El próximo 4 de marzo de 2014, empieza un nuevo curso en «The foodie studies». Lo impartirá Pepe Marín, cámara y editor de Cocineros por el Mundo.
Además de este curso de Autoedición audiovisual para «foodies», organizan otros muchos, como un Master en Comunicación y Periodismo Gastronómico on line, de 350h y ¡5 becas!
Échale un vistazo a weeb, un espacio bien curioso e interesante.
http://http://thefoodiestudies.com/en-marzo-nuevo-curso-de-edicion-audiovisual-para-foodies/
Ingredientes para 5 ó 6 raciones bien servidas:
ELABORACIÓN:
En nuestra imprescindible y leal olla exprés, ponemos todos los ingredientes en crudo. Primero lavamos bien los garbanzos (que llevarán en remojo al menos 12 horas). Los echamos a la olla. Hacemos lo mismo con las judías blancas (que también habrán estado juntitas con los garbanzos esas 12 horas mínimas en remojo). A continuación va el hueso de jamón (también lavado, claro), el rabo y la oreja (que, asimismo, pasan por el grifo).
Cortamos la berza en rodajas gordas, como de 3 ó 4 cms. No seamos kamikazes ni juguemos a ser uno de esos super chef virtuosos del cuchillo que tanto abundan por las televisiones. Nadie nos ve, así que vamos a mantener los dedos íntegros; los necesitamos para otras muchas cosas.
Echamos la berza en la olla. A continuación, colocamos encima de todo las patatas peladas, lavadas y enteras.
Cubrimos cuidadosamente con agua poco más de la tercera parte (para que nos quede un caldo trabado y no deslavazado). Ni qué decir tiene el cuidado que hemos de prestar a la capacidad de la olla: observamos que quede el margen estipulado para que la olla exprés pueda ejercer su función, sin convertirse en una bomba casera, no se trata de tener que llamar a ningún artificiero.
Tapamos la olla. La cerramos. Le ponemos la válvula. Encendemos el fuego al máximo. Cuando la válvula empieza a girar enfurecida, bajamos la temperatura al mínimo. La dejamos 40 minutos.
Transcurrido ese tiempo, apagamos el fuego y esperamos a que se descompense. Una vez descompensada, retiramos la válvula. Cuando definitivamente deja de salir el chorrito de humo, abrimos la olla. Le colocamos la morcilla entera. Ponemos otra vez la olla al fuego unos 5 minutos.
Pasado ese tiempo, la retiramos definitivamente del calor. Sacamos la morcilla. La partimos en rodajas.
Servimos cada plato con un poco de todo y… con este condumio, veremos que el frío pasa a ser una mera anécdota.
PROPIEDADES NUTRICIONALES de la BERZA
La berza es sin duda el arma arrojadiza contra la política destructiva de la sanidad española del momento pp. Es el arma de prevención masiva del cáncer, esa famosa enfermedad protagonista de nuestro sistema de vida. ¿Por qué? Pues porque es uno de los alimentos que mayor concentración de vitamina E, A, C, B9, B6, B2, potasio y carotenos posee. Es decir, estamos hablando de una de las verduras (junto al repollo, brócoli, borraja…, aunque éstas se sitúan un escalón por debajo), clave para mantener y restaurar la salud.
Como antioxidante está situada a la cabeza, por tanto, evita que las células envejezcan, las mantiene óptimas y potentes frente a los malditos radicales libres, por lo que protege a las células del cáncer. La vitamina A es el regenerador celular por excelencia. La C, desinfecta el aparato respiratorio, fortalece el sistema inmunológico y previene enfermedades cardiovasculares. La B9 fortalece la sangre y previene la leucemia. La B2 fortalece las células del sistema nervioso. La B6 participa muy activamente en la producción de glóbulos rojos, regula la producción de estrógenos (minimiza pues la tensión premenstrual), evita la formación de ‘piedra’ en el riñón.
Estas son algunas de las múltiples virtudes que tiene la berza.
Es posible que produzca gases. Sí. Pero si le ponemos en la cocción una cucharadita de bicarbonato, o un puñado de cominos, disminuiremos bastante, si no quedara eliminada, esa posibilidad.
¡Salud, para disfrutar de la Vida!
Gastronomía Flamenco-Punk 
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