Patatas con Txistorra Punkarrilla

8 Ene

Patatas con ChisorraRETOQ

Para 4 comensales que comparten piso con varias colonias de pingüinos en peligro de extinción ¡y además tienen la cara dura de no pagar ni alquiler ni recibos! Así está la casa de fresquita… ¡pero el helar se va a acabar con esta nueva propuesta Flamenco Punk!:

  • Una ristra de txistorra. Preferentemente de Estella, Navarra.
  • Un puñadito de guisantes (o présules).
  • Un puñadito de habas pequeñas y tiernas.
  • 1 copita de vermú rojo.
  • 1 cayena mesopotámica (ya que estuviste allí y te viniste cargad@ de picante, úsalo).
  • 4 patatas blancas hermosas.
  • 1 cebolla pequeña morada (picada finita).
  • Aceite de oliva.
  • Agua mineral (sin gas).
  • 1 cucharadita de cúrcuma.
  • Unas hojas de menta fresca.
  • 1 clavo (de especia, no un clavo como el que llevaba en el bolsillo el trotamundos del cuento de Eric Maddern).
  • Sal marina (preferentemente del Cabo de Gata).

ELABORACIÓN:

Hoy nos sentimos vintages (otra vez), así que nuestro lado punki se va a codear con la majestuosidad de una buena perola de barro, apero imprescindible en cualquier laboratorio gastronómico por moderno que fuere.

Ponemos la cazuela a fuego máximo.

Echamos un chorro de aceite de oliva (sin pasarnos, que la txistorra va bien preparada de grasa, por eso es una excelente aislante del frío).

Bajamos el calor a la mitad para que no se queme el aceite. Apenas empiece a humear, lo ponemos al mínimo, vertemos la cebolla bien picadita y la guindilla mesopotámica entera.

Si has estado de viaje en Ciudad del Cabo, también puedes usar la guindilla que has traído de allí. Incluso puedes usar el picante que has traído de Carrión de los Condes, Palencia (si es que has tenido esa ventura).

Damos unas vueltas con la cuchara de palo.

Añadimos al pochado el puñadito de présules (o guisantes) y de habas pequeñas.

Hemos de recordar, en este punto, que ‘puñadito’ es justo la cantidad que cabe en el puño; ni más, ni menos.

Movemos y subimos un punto el fuego.

A los 5 minutos echamos las patatas peladas (y bien lavadas, claro), partidas ‘a cascos’. Movemos. Dejamos 1 minuto. A continuación adjuntamos la txistorra, que habremos cortado en trozos de unos 6 ó 7 centímetros.

A los 3 minutos rociamos el guiso con el vermú. Damos unas vueltas. 3 minutos más tarde completamos nuestras Patatas con Txistorra Punkarrilla con la cúrcuma (colorante anticancerígeno que le da un puntito de color y sabor al guiso), el clavo y las hojas de menta. Removemos. Le ponemos el agua hasta apenas cubrir las patatas.

Subimos el fuego al máximo. Cuando empieza a hervir, bajamos al mínimo y tapamos. A los 10-15 minutos aproximadamente, dependiendo de la variedad, están las patatas hechas.

Sazonar con discreción.

Servir caliente con un buen pan de centeno y un buen vino joven.

¡Y a disfrutar de esta exquisitez preparada en apenas media hora!

PROPIEDADES NUTRICIONALES:

La TXISTORRA es rica en vitaminas B1 y B3, fundamentales para mantener óptimo el sistema nervioso. También es bien recomendable en los períodos de gran actividad física, embarazo y lactancia. Ojo, con precaución, no repetir antes de 10 días, pues la txistorra contiene un elevado número de calorías (unas 500kcal cada 100 grs.) que, de no gastarse, se acumulan en esa lorza incipiente sin el más mínimo atisbo de pudor.

Salud, para disfrutar de la Vida.

2 respuestas to “Patatas con Txistorra Punkarrilla”

  1. volandovengo enero 9, 2014 a 8:54 PM #

    Me encantan tus recetas incluso sin probarlas. De hecho creo que sólo he cocinado una o ninguna, pero las sigo con interés de coleccionista y tomo nota de ellas, o sea, que las guardo y las manipulo para contentar a los dos comensales permanentes que alimento: mi padre (85 años) y mi niño (10, recién cumplidos)… Pero, prometo, que llegará el día…

    • Carmen K. Salmerón enero 10, 2014 a 9:14 AM #

      Gracias, volandovengo. Esto me ha recordado el chiste aquel: se encuentran dos viejos conocidos por la calle. Uno acababa de llegar de Nueva York, por enésima vez. Le pregunta al otro: «oye Juan, ¿tú cuántas veces has estado en New York? le responde Juan: «no recuerdo bien, pero creo que una o ninguna».

Deja un comentario